Un poeta romano, llamado Juvenal, dijo “Quis custodiet ipsos custodes” que, traducido al castellano, viene a significar ¿quién vigila al vigilante? Y podemos aplicar esta frase a los tiempos que estamos viviendo, para preguntarnos, ¿quién controla a nuestras autoridades?; y ya nos estamos dando cuenta de la respuesta: nadie.
Hemos llegado a una etapa en nuestra sociedad en la que, como ya se ha puesto de relieve en otros artículos, los políticos viven en otra esfera, a la que no llegan los problemas que afectan al resto de ciudadanos, como el desempleo o la falta de recursos en cada familia.
Esta frase la podemos aplicar a muchísimos ámbitos y políticos, pero hoy nos vamos a centrar en las actuaciones policiales que se han producido en días pasados, en alguna manifestación de Democracia Real Ya.
La semana pasada vivimos como los mossos d’esquadra desalojaron la Plaça de Catalunya, en Barcelona, para proceder a su “limpieza”. El problema lo encontramos en que ese desalojo se produjo con una violencia descontrolada, en la que por una parte atacaban policías con porras y chalecos, mientras que en el otro bando, únicamente encontramos a gente sentada en el suelo, con las manos levantadas y entonando un “No a la violencia”. Como todos pudimos ver, las fuerzas de seguridad arremetieron contra todos sin ninguna compasión, llegado incluso a disparar pelotas de goma, que llegaron a alcanzar a algún manifestante.
Después de todo lo acontecido, no se han depurado ningún tipo de responsabilidades por lo ocurrido. En todos los videos se puede observar como ninguno de los mossos d’esquadra aparece identificado, algo ilegal y además insultante. Precisamente en este tipo de actuaciones nos preguntamos, ¿quién vigila al vigilante?
Permitiendo que las fuerzas de seguridad porten armas, porras, etc. y que se nieguen a identificarse es algo indignante, se les da rienda suelta para poder cometer todo tipo de delitos, sin tener que responder ante nadie.
También hemos visto como Felip Puig, Consejero de Interior de Catalunya, defendía en todo momento la actuación de la policía y se eximía de cualquier tipo de respondabilidad.
Se sigue demostrando día tras día que todos estos individuos viven en otra esfera, en otro mundo, en el que pueden cometer y permitir toda clase de delitos, pero nosotros no podemos hacer nada para relevarlos del puesto o que respondan por sus actuaciones.
Esto es algo que debemos cambiar, y la gente debe confiar en que se puede conseguir, con la presión que estamos ejerciendo estos días en muchas plazas de España y del resto del mundo.
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