martes, 10 de mayo de 2011

El futuro de Grecia




El modelo impuesto en Grecia por el FMI y el conjunto de países de la Unión Europea ha fracasado (en ese país), con sus medidas impuestas no se ha conseguido lo pretendido y Grecia parece que vuelve a estar al borde del abismo sin poder pagar sus deudas. Se le prestó 110.000 millones de euros, de los cuáles se les ha entregado alrededor del 50%, pero no es suficiente para recuperar su economía. Ahora se habla de prestarles 25.000 millones de euros más, pero ¿la solución es continuar prestando dinero para ver si se recupera?


El objetivo de ese primer préstamo entregado a Grecia era mejorar su economía y que en un futuro (actualmente) se pudiera financiar por medio de inversores privados, pero en este momento, la confianza en el mercado griego está por los suelos y nadie se atreve a comprar su deuda. Y más aún, cuándo Standard & Poor’s (agencia de calificación de riesgo) acaba de rebajar la calificación del país, de BB a B, que demuestra el alto riesgo que corren los inversores de no poder cobrar lo que han prestado al país.

Una de las soluciones que se ha estado barajando, pero parece que se va a declinar, es la de que Grecia abandone la moneda común y vuelva a utilizar su moneda, el dracma. Con esta medida, se podrían utilizar estrategias monetarias independientes, ya que no tendría que seguir las estrategias dictadas para el euro, y podría mejorar su situación económica.
Mediante el abandono de la moneda común y la aplicación de sus propias políticas, puede devaluar su moneda, aumentando la competitividad de sus productos, que conllevaría un aumento de las exportaciones y, por lo tanto, del movimiento de la economía, generando más ingresos que provengan de impuestos directos e indirectos.
Pero, hay que recordar que, aunque se abandone la moneda común, la deuda contraída seguiría siendo en euros, por lo que el esfuerzo para pagar sería mayor, aunque esa reactivación del mercado griego ayudaría a conseguirlo.

Un gran problema que entraña ésta opción es que Irlanda y Portugal (y puede que más países) se vean en esta misma posición, y no nos interesa que todos los países que no puedan hacer frente a sus pagos dejen de utilizar la moneda común, ya que ésta perdería el valor que tiene, incluyendo la credibilidad de los inversores extranjeros hacia la solidez de nuestra economía, que conllevaría una huída de inversión extranjera en los países del conjunto de la Unión Europea.

Algo básico que se debe tener en cuenta es que los acreedores quieren cobrar lo que han prestado a Grecia, por lo que se deben llevar a cabo políticas que permitan que Grecia mejore su situación, y actualmente no está capacitada para pagar las deudas acumuladas, que ascienden a unos 327.000 millones de euros, por lo que será mejor que pueda ir pagando poco a poco, a que se tengan que enfrentar a una deuda tan elevada y que no pueda ser pagada, con lo que las pérdidas de los inversores serían mucho mayores.

De aquí, que otra de las propuestas que se han hecho es la de la reestructuración de la deuda, que puede ser alargando el vencimiento de los plazos impuestos a Grecia en los préstamos o, bajando el tipo de interés al que tiene que pagar esa deuda. Pero claro, ésta segunda opción parece inviable, ya que los inversores perderían gran parte de lo invertido en ese país; pero como acabamos de mencionar, lo que interesa es salvar su economía, sino las consecuencias serían peores.
Los dos países que más se oponen a una posible reestructuración de la deuda griega son Alemania y Francia, y tienen razones bien fundadas, teniendo en cuenta que el sector bancario de Francia ha prestado 63.800 millones de euros a Grecia, mientras que el mismo sector alemán les ha prestado 18.200 millones de euros (las dos cifras incluyen deuda pública y privada).

Por último, la acción que tarde o temprano se llevará a cabo será condonar parte de los prestamos realizados a Grecia, y probablemente el gran damnificado sea el FMI (que ha aportado 30.000 millones de euros), porque los bancos que han prestado dinero a Grecia no creo que quieran perder esas inversiones, que no les importará que se conviertan en inversiones a muy largo plazo, mientras sigan cobrando sus cuotas.

De momento la opción que más opciones tiene de salir vencedora es la de realizar un nuevo préstamo por valor de 25.000 millones de euros, pero ha quedado demostrado que la austeridad en los gastos griegos y el aumento de los impuestos no son suficientes para pagar la deuda acumulada (que no es poca); y que, lo que ayudaría a mejorar su situación y poder hacer frente a la deuda contraída sería reactivar la economía del país.

2 comentarios:

  1. Lo tienen complicado, deberían mejorar el atractivo turístico cara al resto del mundo y la imagen de los productos made in Greece, que por tierras Españolas no son muy conocidos, aumentando la inversión en turismo y las exportaciones ayudaría en parte.

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  2. Claro que lo tienen complicado, esa es la realidad griega.
    Pero se ha de conseguir que salgan de esa crisis, porque el riesgo de contagio para España y para el resto de países es muy elevado.

    El problema está en que ahora mismo es muy díficil que aumenten inversiones en cualquier sector, ni en el turismo, porque tienen una presión muy elevada para reducir inversiones y gastos, algo contraproducente con la realidad de salir del agujero.

    Saludos!

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