Durante el mes de julio, el índice de precios al consumo (IPC) ha descendido en 5 décimas, situándo a la tasa interanual en el 3'1%, una décima menos que la que se había obtenido en el mes de junio.
El dato que se ha comunicado sobre la tasa interanual es muy bueno, ya que nos encontramos ante el tercer mes consecutivo en el que se produce un descenso de este dato, situándose en estos momentos en el 3'1%. Recordemos que hasta el mes de abril se habían encadenado ocho meses de ascenso en la tasa interanual, llegando a situarla en el 3'8%, pero desde ese mes, únicamente se han producido descensos, hasta llegar a la cifra en la que nos encontramos hoy.
Por su parte, la inflación subyacente también ha tenido en descenso en su cifra, situándose en el 1'6%, registrando una bajada de una décima respecto a junio. Hay que mencionar que en este dato no se incluye las variables referentes a productos energéticos (cómo el petróleo) ni los alimentos no elaborados, que fueron la causa de la subida en los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, por lo que no se tiene en cuenta la inflación importada, un problema que afecta a España en gran medida, en gran parte por culpa del petróleo.
Este dato del descenso de los precios puede dar un márgen de maniobra a los Gobiernos, y si el Banco Central Europeo lo permitiera, deberían producir más moneda, para que pueda fluír de una manera más lígera y barata hacia toda la población, para reactivar la economía. Claro que esto habría que hacerlo de una manera controlada, vigilando los datos de inflación para que no aumenten de manera descontrolada.
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