Durante las últimas semanas han ido apareciendo informaciones sobre datos recabados por la diplomacia estadounidense, que afectan a la gran mayoría de países del mundo.
Toda esta información ha sido recabada por la página Web Wikileaks, dirigida por Julian Assange, y publicada por diversos diarios de distintos países.
La pregunta que se está haciendo toda la gente, y sobretodo los políticos, es sí es bueno que toda esta información salga a la luz, ya que puede perjudicar las relaciones entre Estados y, además, puede suponer un peligro para los ciudadanos o para la seguridad de ciertos países.
En mi opinión, toda ésta información debe salir a la luz lo más rápido posible, todos tenemos el derecho de saber que es lo que hacen nuestros políticos en sus reuniones y, mejor aún, saber que es lo que negocian sin que nadie lo sepa.
Si están realizando algo ilícito o están teniendo conversaciones que pueden perjudicar a la “seguridad ciudadana”, no es culpa de Wikileaks que esto suceda, sino de los que están sentados en la mesa de reuniones. Con todo esto quiero decir que la culpa no es del “chivato”, sino del que tira la piedra, que es el que está realizando un acto poco ético.
De lo que no hay ninguna duda es que los diplomáticos estadounidenses han tenido un éxito rotundo a la hora de recabar información, ya que tienen información sobre personas muy importantes y sobre la mayoría de los países del mundo. El problema que nos encontramos no es que ellos recaben esa información, sino que los políticos y dirigentes del resto de países puedan ser manipulados con tanta facilidad, y puedan dar datos y confidencias a otros países, además de realizar actos que puedan ir contra sus propios ciudadanos.
Ahora vemos como todos los políticos salpicados por estas informaciones intentan negar todo lo que aparece sobre ellos, y más allá de esto, podemos ver como Estados Unidos tiene como máximo objetivo acabar con esta página Web, sin darse cuenta de que la información difundida ha sido creada por ellos, simplemente se han puesto los medios oportunos para que todos podamos saber que se cuecen nuestros dirigentes.
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